Por: @OrlandoGoncal
Desde hace algunos años Argentina ha estado en el centro de la discusión política por las sucesivas crisis que se han presentado y el impacto que las mismas han generado en la región.
Este fin de semana celebraron las elecciones primarias, también llamadas PASO –Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias– las cuales para algunos consultores -entre ellos su servidor- es la primera de tres vueltas, así que, esta tiende a ser un indicativo de lo que pudiera suceder en octubre de este año, cuando se realice la primera vuelta.
Desde el mes de mayo el consultor político Carlos Fara, en una columna llamada “Ganó Milei”, argumentaba, “Sin bola de cristal, ni tarot, simplemente observando que ya por aquel entonces en el prólogo de la contienda, el “león” venía instalando el marco conceptual de la elección. Dolarización, -eliminación del- Banco Central, portación de armas, venta de órganos, etc.”
Sin embargo, el resultado de este domingo desconcertó a muchos -en especial a sus cercanos competidores- quienes no lograron visualizar que de alguna manera –Milei– estaba imponiendo los temas que la sociedad discutía; unos a favor y otros en contra; pero la mayoría hablaba de lo mismo, las propuestas de Milei. Mientras los otros candidatos se dedicaron a criticar a Milei, no lograron conectar y menos emocionar a la mayoría del electorado.
La fragmentación de la sociedad argentina es tal que, quedó dividida en cuatro partes, así; el 31% de los electores se abstuvieron, –a pesar de que el voto es obligatorio y está fuertemente penalizado el no hacerlo, y las multas remontan los cincuenta dólares-. El 69% de quienes participaron tuvo comoganador a Milei, quien obtuvo algo más del 30% de los votos, la alianza Juntos por el Cambio el 28% y la coalición oficialista Unidos por la Patria el 27%.
Ahora bien, se pregunta Fara en ese mismo artículo “… ¿pero ganaron sus propuestas? ¿o ganó la radicalización sobre la moderación? ¿ganó la bronca? ¿ganó la decepción generalizada? ¿Ganaron los gritos fuertes frente a la incertidumbre? En nuestros estudios de estos meses vimos de manera reiterada que la atención hacia el libertario no tenía que ver con sus propuestas, mayormente rechazadas, ¿entonces? ¿qué pasó?”
Pasó que el hastío de los ciudadanos argentinos después de decepcionarse del gobierno de Cristina Fernández, giraron hacia Mauricio Macri, quien trató de hacer algunos ajustes en la economía, impactando negativamente en el electorado -entre otras medidas y errores, fundamentalmente de comunicación- y la oposición Alberto Fernández y Cristina Fernández, usaron el tema económico, para entonces -el dólar se cotizaba en más $60 pesos- para atacar a Macri, logrando ganar la elección, pero, el dólar hoy se cotiza a más de 10 veces -a $670 pesos- y la gente se volvió a decepcionar, resolviendo apostar por un vengador que propone el fin de las castas políticas.
Es decir, las propuestas de Milei son rechazadas por una parte importante de los argentinos, y otro segmento de la población ni siquiera las entiende;así que la gente no votó por sus propuestas, pero sípor sus radicales mensajes, cargados de rabia y sed de venganza; reflejaron así la desilusión de una parte importante de la población, -especialmente en los menores de 30 años-.
Entonces, se repiten escenarios que ya se han sucedido en otros países, donde los ciudadanos ante el hartazgo optan por buscar un vengador, alguien que castigue a los que han detentado el poder, como en EEUU, que votaron por Trump contra los “de Washington”; en Brasil, donde una parte importante de los electores votaron por aquel que amenazaba con “meter presos a los corruptos de la izquierda”; en Colombia, donde parte votó por el cambio que proponía Gustavo Petro y otra parte de los electores votó contra “los corruptos de siempre” que pretendió encarnar Rodolfo Hernández; en México, donde con el discurso contra “los de siempre, los conservadores y corruptos” los mexicanos eligieron a López Obrador; o en el caso de Perú, donde la población votó por Pedro Castillo como una forma de hacerlo contras “las élites”.
En Argentina, Milei logra ganar en 16 de las 23 provincias, así que el mensaje es alto, claro y fuerte. Si la alianza de –Juntos por el Cambio– quiere ganar en octubre, definitivamente deberá dar un giro estratégico importante, no puede seguir por el camino de suponer que los electores no recuerdan elgobierno de Macri y la decepción que les causó; por el contrario, deben contrastar con su adversario natural, puesto que, tiene a su favor que, la coalición Unidos por la Patria, la tiene más cuesta arriba. No esta fácil, para estos últimos, explicar cómo van a resolver los problemas que ellos mismos crearon.
Definitivamente en la Argentina la política por estos días esta supremamente interesante; y surgen las preguntas: ¿Habrá un giro estratégico profundo en —Juntos por el Cambio––? ¿El super ministro y candidato de ––Unidos por la Patria–– se podrá recuperar? Y, quizás la mayor interrogación esta en ¿Le seguirá funcionando el discurso agresivo, divisor y estigmatizante a Milei, para clasificar a la segunda vuelta? Quien sabe…
Lo que sí está claro es que definitivamente mientras los ciudadanos reaccionen hepáticamente en vez de participar activamente en el debate público, los países tendrán estos giros de 180 grados que no necesariamente han sido beneficiosos para las sociedades. El poder lo tienen los ciudadanos, ojalá lo ejerzan con sabiduría.
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