Celayense de nacimiento y arquitecto de profesión, Rodolfo Amate es el precandidato a la alcaldía de Celaya por Movimiento Ciudadano, quien en este periodo de precampaña que se desarrolla del 3 de enero al 21 de enero, tendrá la tarea de presentarse ante los militantes y simpatizantes del partido como la mejor opción para representarlos en las elecciones de este año.
Por ello, Amate relató que es orgullosamente celayense y que desarrolló su amor a Celaya gracias a la guía de sus padres y el ejemplo de sus abuelos.
“Fueron celayenses que siempre impulsaron tradiciones y el servicio social por la ciudad, incluso al deporte celayense. Mi abuelo junto con un grupo de amigos creó el Gol Azul, un periódico deportivo que marcó una época en los años 50s en Celaya.
Además relató que sus padres se conocieron en la cafetería El Cisne, uno de los lugares más tradicionales de la ciudad, ubicado todavía en los portales, donde ambos trabajaban.
También dijo ser un convencido de que se debe regresar a los valores como la honestidad y el esfuerzo, un gran ejemplo que recibió de su abuela, quien diariamente se levantaba de madrugada para abrir su carrito de tacos, y al terminar la venta se dirigía al mercado a volver a surtirse para el día siguiente.
“Era un trabajo de todo el día para sostener a sus hijos y así es en Celaya: tenemos mujeres trabajadoras, que se esfuerzan todos los días por sacar adelante sus familias”, comentó Amate.
La cultura del trabajo y el esfuerzo fue una constante en su vida, de modo que estudiar en el Tec de Monterrey también fue un logro para alcanzar, ya que su familia no tenía los recursos para pagar esa escuela, por lo cual Amate buscó una beca para cubrir su educación.
“Conseguí una beca y un tiempo de la carrera estuve trabajando, aprendí a administrar el dinero para que me alcanzara toda la semana para comer y los pasajes”, contó.
Amate se describió como un convencido de la participación ciudadana y del poder de los celayenses: “cuando los ciudadanos nos organizamos podemos lograr todo lo que nos propongamos”, dijo.
Así lo confirmó al participar en el Colegio de Arquitectos de Celaya, donde se involucró a tal grado que después buscó la presidencia de este organismo. Contra todo pronóstico y pese a la incredulidad y burla de algunos integrantes, Amate preparó su propuesta y convenció al gremio, de manera que a los 29 años se convirtió en el presidente más joven que ha tenido el Colegio.
Rodolfo dijo que tras esta experiencia, confirmó su pasión por el servicio público; de modo que posteriormente llegó a ser director del Instituto Municipal de Planeación (IMIPE) de Celaya, donde a la par estudió la maestría en Gestión Pública también en el Tec de Monterrey.
Gracias al Tec, dijo, aprendió a ver la arquitectura desde el lado humano y la necesidad de tener espacios públicos más justos para los más necesitados, políticas que impulsó durante su gestión al frente del IMIPE.
“Dirigir el IMIPE me dio la oportunidad de conocer cada colonia y comunidad del municipio, y todas las problemáticas y virtudes que tenemos en esta tierra”, finalizó.