Por: @OrlandoGoncal
Cuando se visualiza las convulsiones sociales y políticas que están ocurriendo en muchas partes del planeta es claro que estamos en una fase de cambio de Era.
Los ciudadanos están cambiando y eso hace que el mundo cambie, así que la manera de hacer negocios, política y comunicar, también están cambiando, por lo tanto, la comunicación política no es ajena a sufrir las mismas alteraciones, y por supuesto, el ejercicio del poder también se ve impactado.
Mario Riorda, un reconocido investigador y politólogo argentino nos dice que: “La comunicación política es la propia política expresada en su faz pública. Una no depende de la otra, son lo mismo, esencialmente unidas. Si la política, como objeto de estudio, muta, también muta la comunicación política. Y esa metamorfosis, tiene fases”, y agrega además que esas fases son, en primer lugar, el cambio de siglo, en segundo lugar, el cambio de intensidad y, en tercer lugar, el cambio constante, que es lo mismo que el cambio en el cambio.
Por su parte, Moisés Naím, editorialista, editor y politólogo, afirma que “…que el de ahora es un tiempo socialmente convulso, provocado por tres Pes: Populismo, Polarización y Pos–verdad”, y también agrega que: “Cuando las tres “Pes” se encuentran, entrelazan y cuecen a fuego lento, dan como resultado un fenómeno político que hay que tratar con pinzas: el continuismo”.
Adicionalmente, hasta hace algunas décadas lo importante para las relaciones ynegociaciones entre personas, sociedades y países eran los principios democráticos y los derechos humanos. Hoy esto ha cambiado,dando prioridad a los intereses económicos, la obtención de beneficios o la acumulación de riqueza y poder; con unos efectos que se viene convirtiendo en una práctica generalizada y poniendo en riesgo las democracias, ante lo que los individuos y el mundo miran para otro lado.
El deterioro de la democracia las libertades y los derechos humanos en Nicaragua son acontecimientos inusuales en un EstadoSoberano, pero la comunidad internacional parece más concentrada en otros quehaceres, siendo más sencillo ignorar su realidad; sin darse cuenta que la ausencia de democraciano es un problema de Nicaragua, es una situación que se replica y se extiende dando paso a la prevalencia de los intereses, los negocios y la manipulación del poder.
Cuando los gobiernos incumplen a losciudadanos, cuando gobiernan para pequeños grupos -de poder económicos o político– cuando abusan del poder, pensando que son inmunes a la justicia, a sanciones, e incluso,intentan -y lamentablemente en ocasiones lo logran- silenciar las voces de quienes los escrutan, están generando el caldo de cultivo para la rabia, la frustración y los sentimientos de impotencia de los ciudadanos, y con ello les abren la puerta a las tres Pes que señala Moisés Naím, Populismo, Polarización y Posverdad.
Si queda alguna duda de ello, solo basta con observar el discurso y la manera de actuar de una buena cantidad de líderes políticos en la región. Sin importar de que se trate, esto líderes -o seudo líderes- mantienen un discurso estigmatizante, divisor, agresivo, atacando a todas las instancias del Estado, a todas las instituciones y a quienes las dirigen, sin argumentos de fondo, sin proponer, solo basta con descalificar, en ocasiones haciendo uso de la mentira, de medias verdades, con el objetivo de, por un lado, visibilizarse como el vengador del pueblo contra las élites, y por el otro, para polarizar y dividir la sociedad.
Cuando actúan de esa manera, crean su legión de fans, con un efecto más devastador para las democracias, y que quienes se les oponen, también se fanatizan y los debates de ideas son sustituidos por ataques y agresiones, pero logran su objetivo, polarizar y dividir; con lo cual logran hacerse del poder con menos votos, pues las sociedades están divididas.
Como si esto fuera poco, algunos en el ejercicio del poder usan esas tácticas, adicionan el uso y abuso de los recursos del Estado ya no solo para beneficio personal o grupal, sino para tratar por la vía de programas sociales ejercer control político sobre la población más vulnerable.
En conclusión, es claro que estamos ante un cambio de Era y eso implica que las sociedades deberán adaptarse al cambio, por lo que la política y la comunicación política, así como la conquista y el ejercicio del poder deben desarrollarse siguiendo el curso de la evolución de las sociedades, por lo que su enfoque y aplicación práctica no pueden contribuir a la política e intereses de los fans, sino a la realidad del individuo, eso si se quiere construir un mundo más justo y solidario para las venideras generaciones.
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