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Mar de fondo en Panamá 

Todo gobierno, en algún momento, podrá enfrentar una crisis. Las variables que semanejan en el ejercicio del gobierno son muchas, lo que se traduce una alta posibilidad de confrontar una crisis, de manera tal que,prepararse con antelación es una responsabilidad de todo gobernante y su equipo.

Sin embargo, sigue sorprendiendo la manera cómo muchos gobiernos no se preparan para afrontarlas y solucionarlas de manera rápida, minimizando así los daños reputacionales, pero, sobre todo, aminorando el costo político y económico de una crisis.

Por ello, es de suma importancia tener un comité o gabinete de crisis, el que debe serconformado en el período de transición, es decir, en ese espacio de tiempo que comprende entre la elección y la asunción al cargo.

¿Quién sabe cuándo o cómo surgirá una crisis? No hay una respuesta a esta interrogante, por lo que es preferible estar prevenido y tener un comité que comience a estudiar los posibles escenarios, circunstancias, eventos endógenos o exógenos del territorio que se gobierna, pues cualquier cosa puede incidir en la generación de una crisis.

En estos tiempos convulsos, donde, por un lado, la pandemia lo trastocó todo; luego la invasión de Rusia sobre Ucrania, poniendo la presión sobre los temas energéticos, subiendo los precios de los combustibles y generando dudas sobre la producción de los alimentos,por la escasez de fertilizantes; y como si fuera poco, cualquier cantidad de problemas domésticos acumulados y no resueltos, en muchos Estados. 

Así que la primera instancia es contar con el comité de crisis, con las personas estrategas que piensan en las posibles crisis, y deben ser quienes tienen toda la información en tiempo real, las mediciones de opinión pública, los informes de inteligencia y, sobre todo, tener claridad en el contexto que se está viviendo.

Si eso se tiene, es factible dimensionar si una preocupación, puede llegar a transformase en una crisis, con lo cual, como gobierno tienenque tomar las medidas para impedir que la preocupación llegue a ser una crisis. 

Sin embargo, si no se tiene un comité de crisis activo desde el inicio de la gestión se pueden presentar sorpresas; y las incertidumbresoriginadas por la falta de información, la omisión de protocolos adecuados, pudieran generar reacciones que, en vez de contener la crisis, hagan que esta se agrave, o los acontecimientos sufran una escalada que lleve la crisis a un mayor nivel, produciendo unefecto bola de nieve -a medida que transcurre el tiempo, el problema se acrecienta y los acontecimientos aumentan la velocidad de su aparición-.

En el escenario anterior tiende a suceder otro fenómeno donde el foco de atención quizás se centre en un punto incorrecto y genere en los funcionarios una sensación de pánico, lo cual a su vez, puede llevarles a la inacción o paralización de estos, o a enfocarse en el corto plazo a resolver algo inmediato -algo así como, aplicar un hielo, sobre el área adolorida- en vez de producir las respuestas correctas que afronten el problema en su globalidad y busquen, además de superar la crisis, resolver el problema originario.

Las crisis generalmente tienen su proceso, con distintas y variadas etapas, por lo tanto, para atacar el foco hay que tener claridad en las mismas. La primera etapa es la detección de señales de una posible crisis. 

Otro elemento a cuidar en una crisis es la comunicación, herramienta de gran ayuda,pues, en la medida que los gobiernos comuniquen correctamente -con la verdad, con dosificación de la información, con los voceros adecuadamente entrenados, con la actitud y el escenario correcto- generarán confianza en los ciudadanos y, esto, a su vez, contribuirá en la contención y control de la crisis.

En el caso de Panamá, parece que el gobierno del presidente Cortizo, no solo no vieron venir la crisis, no leyeron correctamente las señales que se venían manifestando,fundamentalmente, en la conversación digital;pero, peor aún, pareciera que el gobierno no entiende la magnitud del mar de fondo que hay en estas protestas, donde la mayoría de los ciudadanos siente rabia, frustración, impotencia e incapacidad de ver luz al final del túnel.

Sería bueno que el presidente Cortizo recordará sus palabras de la noche de su elección: “Convoco a todos los panameños para enderezar el rumbo y construir puentes que nos lleven hacia delante, hacia un país próspero y, sobre todo, justo”.

Si en algún momento urge enderezar el rumbo,es ahora, y para ello tiene que comenzar por construir esos puentes con los ciudadanos. 

Imagen: https://www.elperiodico.com/

Por: @OrlandoGoncal

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Colombia pateó el tablero

Por: @OrlandoGoncal

Colombia realizó la primera vuelta electoral; la quinta elección desde que se firmó la Paz. Esta vez hubo varias sorpresas. La primera, subió el nivel de participación del 53.4% al54,91%, una clara señal de que la Paz, con todos sus tropiezos, está haciendo su labor, devolviéndole tranquilidad al ciudadano en los territorios del país. 

Otra de las grandes sorpresas fue la decisión de casi seis millones de colombianos eligiendo a Rodolfo Hernández a la segunda vuelta, para competir con Gustavo Petro, quien obtuvo algo más de 8,5 millones de votos.

Con la elección de estos dos personajes los colombianos patearon el tablero, dijeron no más de los mismos de todo aquello que representa al establecimiento, pues el 70% votó por un cambio drástico, inédito, e incierto.

Fue tal el golpe al tablero que, Petro, quien se consideraba casi seguro ganador de la primera y segunda vuelta, ahora, ya no lo es tanto, pues, de tener en alto la bandera del cambio, Hernández se la rasga y se queda un pedazo, con lo cual, esa bandera pierde valor como diferenciador e identificador para los candidatos en disputa. 

Gustavo Petro desde el año pasado venia liderando las encuestas, y su crecimiento si bien era lento, también era sólido, pero, ante el nuevo escenario planteado para segunda vuelta, se activa el rechazo que genera. Sonmás de 20 años en política presentándose como el antisistema, el cambio, confrontando a gran parte de las fuerzas políticas, y ese desgaste y rechazo ahora podría jugarle en contra.

Por su parte, Hernández logra llegar con una campaña que sintonizó con el malestar, la rabia, la frustración de una parte importante de los colombianos, y que, a través de mensajes,en ocasiones groseros, estigmatizantes, descalificadores contra la clase política,señalándolos de ladrones, vagabundos, corruptos, drogadictos, prostitutas; sumado a propuestas simples, que suenan bonito, y que estimulan el deseo de venganza de muchos electores contra la clase política, -cerrar y vender edificaciones de las embajadas, quitarles los vehículos, teléfonos y asistentes a los parlamentarios, eliminar el café en las oficinas públicas, etc.- Hernández logra conectar con esa masa furiosa que ya no tiene esperanzas de un futuro mejor, pero que desea ver a esa clase política que, como dice mi amigo Raniero Cassoni, “lo mismo de siempre y a los mismos de siempre” desplazada y castigada por el héroe salvador del pueblo, el único que siente y piensa como ellos.

En el fondo, la campaña de Hernández no es una gran novedad, solo basta recordar a Trump, a Bolsonaro, al partido Vox en España, a Chega en Portugal, quienes hicieron lo mismo, usaron la indignación de la gente para sacar rédito político, sin importarles si esa táctica a la larga generaba desgaste a las democracias, fracturaba a las sociedades hiperpolarizándolas y peor aún, en muchos casos llevando a estas sociedades a nuevos niveles de frustración.

En el caso de Colombia, Hernández tiene mucho para crecer, porque tiene un corto historial político y es poco conocido.Adicionalmente, puede aglutinar a un inmenso espectro de gente que quiere cambio, pero no con Petro; puede unificar a los antipetristas y otra parte le apoyará por ser “capitalista” y anti izquierda.

En todo caso hay algunas enseñanzas que esta primera vuelta nos deja que valdría la pena considerar para futuras campañas:

1. Las elecciones se tratan de los electores, no de los candidatos, por lo tanto, la estéril pelea entre candidatos no tiene sentido. 

2. Los candidatos deben, por lo tanto, centrar toda su comunicación en los sentimientos, anhelos de los electores, identificarse auténticamente con esos sentimientos y ofrecer respuestas a los mismos.

3. La disciplina del mensaje se vuelve cada vez más importante. Esto no solo significa repetir y repetir el mensaje, significa estar en sintonía permanente a través del mensaje, con los sentimientos de los ciudadanos.

4. Las redes sociales cada día cobran más relevancia en las campañas, pero redes con estrategia, con planificación y, sobre todo, con improvisaciones planificadas. 

5. Las maquinarias van perdiendo eficiencia pues se han vuelto estructuras rígidas, simplemente electoreras y activadas al momento de la elección. Para hacerlas competentes, además de prepáralas con antelación, hay que motivarlas, involucrarlas en las causas, que se vuelvan un contingente estimulado, pero,sobre todo, convencidos de la causa que llevan adelante.

6. Los ciudadanos cada vez están más decepcionados del sistema democrático y de los dirigentes políticos. Seguir haciendo lo mismo de siempre, con los mismos será más costoso y generará menos resultados. Para renovarse deben integrar sangre nueva a los procesos democráticos y,sobre todo, tener la capacidad de dialogar de manera franca y honesta con los ciudadanos.

7. Quizás la lección más importante es que,la estrategia del contraste funcionó muy bien, pero, recurrir al discurso del odio, de la estigmatización y descalificación constante, puede haber funcionado hoy para obtener beneficios electorales inmediatos, pero, deja a la sociedad fracturada y dividida. 

Colombia está en un momento histórico, en un punto de inflexión, de alta volatilidad e incertidumbre, con desafíos enormes que están evolucionando rápidamente, sumado a los grandes problemas globales como el cambio climático, el narcotráfico, la esclavitud y trata de personas, la violencia de género, seguridad alimentaria, falta de educación, migración, racismo, inseguridad, falta de oportunidades económicas, desempleo, aumento de la desigualdad social, así que,haber pateado el tablero, es quizás una consecuencia de todo esto, pero, la pregunta que surge es, ¿si patear el tablero es la alternativa?

Esperemos que el 19 de junio, los colombianos elijan lo mejor para ellos, para Colombia y para la democracia.

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Preparase con antelación, ahorra recursos

Por: @OrlandoGoncalves

Hay una tendencia en el mundo a realizar campañas más cortas. De alguna manera, eso está bien, sin embargo, cuando ese período se acorta demasiado, puede ser nocivo para las democracias, pues no le permite, por un lado, a los candidatos darse a conocer en profundidad, y a sus propuestas; y, por otra parte, los ciudadanos no logran conocer a los candidatos y sus planteamientos.

Ahora, el foco de este artículo no está allí, sino en la tendencia al supuesto ahorro de recursos de los candidatos al preparan sus campañas muy sobre la hora, cuando pudieran hacerlo con mucha antelación, lo cual redundaría en campañas más profesionales, de mayor impacto, con mejores resultados y, sorprendentemente, más económicas, teniendo claro que, preparar la campaña no significa, hacer la campaña.

Prepararse con antelación en tiempos tan convulsos, donde los ciudadanos confían cada vez menos en la democracia, en las instituciones del Estado, y, sobre todo, en los actores del liderazgo político, se vuelve vital si se quiere tener éxito en la campaña electoralcomo verdadero líder.

Una manera de ejemplificar el concepto anterior pudiera ser el de una persona que debe escalar una cuesta para llegar a la cima de una montaña que está a dos mil metros de altura. Para ello tiene dos rutas posibles. Ruta A- Escalar una pendiente con un grado de inclinación superior al 10%, y una distancia de 5 kilómetros; Ruta B- con una inclinación menor a 5% y un recorrido de 8 kilómetros.

Es claro que, por ambas rutas se puede llegar. Las preguntas serian: ¿Cuál es más eficiente? ¿Cuál generará menor consumo de energía y menor desgaste al escalador? La respuesta es la ruta B pues, aunque el recorrido es más largo, la pendiente es menor, por lo que el consumo de energía y desgaste será menor.

Bueno, con las campañas electorales es igual, pues con cuanto mayor antelación se preparen, se minimiza la posibilidad de cometer errores, y si se cometen, se dispone del tiempo suficiente para corregirlos. Las improvisaciones, literalmente desaparecen, por aquello de la planificación en detalle. También se puede ensayar tácticas, medir su eficiencia, cotizar oportunamente los mejores precios para los insumos requeridos, así como seleccionar el personal que se necesitará.

Por ejemplo, muchos candidatos regresan a sus circuitos o regiones cuando las elecciones se acercan, cuando perfectamente habrían podido desarrollar varias maneras de mantener contacto y cercanía con sus electores, de manera tal que, los ciudadanos no perciban que el candidato solo vuelve en época electoral.

Otro ejemplo son las piezas publicitarias. Generalmente se hacen sobre la hora, pero ¿cuál es la estrategia y el mensaje que deben reflejar esas piezas? Si se prepara con tiempo la campaña, se puede hacer investigación de rigor con la finalidad de tener información de calidad, que permita desarrollar una estrategia sólida, que le dé ventaja sobre los adversarios, así como la creación de un mensaje que impacte emocionalmente con los electores.

Prepararse con antelación también permitirá estudiar a fondo al candidato, y detectar sus fortalezas y debilidades, lo que nos lleva a trabajar para potenciar las fortalezas y minimizar las debilidades. Igualmente, ese mismo ejercicio se puede hacer con los adversarios, pues, llegada la campaña propiamente dicha, desde el inicio se pueda establecer una clara diferenciación entre el candidato y sus adversarios, y exaltar las debilidades de estos.

Trabajar con antelación nos permite desarrollarla capacidad de pensar estratégicamente en imágenes para el futuro, lo cual, por cierto, no es un ejercicio de clarividencia, es el usar esa capacidad a través de un enfoque sistémico que permita visualizar y planificar escenarios, llevando a prever eventualidades, descubrir nuevas oportunidades, detectar posibles amenazas.

La lista de las ventajas de prepararse con antelación es enorme, y por razones de espacio no las podemos mencionar todas, pero lo importante es comprender que, las elecciones no se ganan en las campañas, se ganan antes, preparándose con anticipación,generando el ambiente para que, cuando se dé el banderazo de salida a la campaña, la inercia que se trae sencillamente arrolle a los adversarios y consolide el triunfo.

En lo personal, los mejores proyectos que hemos desarrollado han sido construidos con el cliente y sus equipos, a lo largo de dos o tres años de antelación. 

¿Se puede hacer en menos tiempo? Por supuesto, pero, sin dudas, será bastante más costoso, riesgoso e incierto.

Prepararse con antelación, ahorra recursos, hace eficiente los procesos de la campaña y,sobre todo, aumenta las posibilidades de éxito. 

Imagen: https://www.udep.edu.pe/

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Percepción versus realidad

Por: @OrlandoGoncal

Recientemente el medio digital colombiano independiente -La Silla Vacía-, hizo un ejercicioque tituló: “Percepción VS. realidad: el pesimismo en el gobierno Duque frente a los datos”.

Allí realizó comparaciones entre los indicadores oficiales contra la percepción de los ciudadanos, reflejada en la encuesta de Invamer Poll; la cual mide la percepción de los colombianos desde hace más de dos décadas,sobre temas claves como la inseguridad, el costo de vida, medio ambiente, desempleo, economía, desigualdad, salud, etc.

El ejercicio reveló que, la percepción negativa de los ciudadanos ha aumentado, a pesar de que los indicadores dicen otra cosa. Algunos indicadores muestran mejoría en el cuatrienio del presidente Duque, pero, la percepción negativa de la ciudadanía va en aumento.

Veamos algunos ejemplos: 

Hoy el 93% de los colombianos considera que la inseguridad está aumentando. Esto a pesar de que, en términos generales, en los últimos 10 años los homicidios han disminuido; aunque en el cuatrienio del presidente Duque,esta tasa ha aumentado un poco, pasando del 25,8 a los 26,4 homicidios por cada 100 mil habitantes. En el caso del hurto a personas,está más bajo que en 2019, pero la percepción ciudadana es más negativa que en 2019. 

En el costo de vida, en los primeros dos años de la presidencia de Duque, estuvo por debajo del costo de la canasta básica en 2017, sin embargo, la percepción negativa aumentaba. En 2020 el índice de precios al consumidor -IPC- aumentó 5,62%, y la tendencia al incremento de la percepción negativa, también aumentó.

La tasa de desempleo tuvo su pico más alto en 2020 alcanzando un 15,9%, pero la misma ha bajado 3 puntos, sin embargo, la percepción negativa del ciudadano sobre la gestión del presidente Duque en este renglón, esta sobre el 84%.

Por otro lado, la cobertura en salud -no la calidad- subió 5% sin embargo, el 70% de los colombianos evalúan negativamente la gestión en este cuatrienio.

Hay más indicadores en el trabajo que realizó el medio, pero quisiera enfocarme en las posibles causas del por qué, a pesar de quealgunos indicadores son positivos, la evaluación ciudadana sobre la gestión es negativa.

El primer tema es que casi siempre la percepción se vuelve realidad. Y teniendo en cuenta que la construcción de la percepción positiva toma tiempo, es fundamental implementar una estrategia de comunicación para ir ajustando esa percepción a la realidad. Para el caso la administración Duque no implementó dicha estrategia, o hicieron equivocado el plan.

Otro elemento, es la diferencia entre informar y comunicar, pues informar es agregar conocimiento, datos e informaciónunidireccionalmente, mientras que, comunicar es establecer una conexión emocional con los ciudadanos, usando la información que ya estápresente en sus mentes. Lamentablemente, en los cuatro años de gestión del presidente Duque no se notó esa diferencia.

Como al resto del planeta, a Colombia le tocó vivir dos años muy duros con la pandemia. Ydentro de la estrategia de informar, en vez de comunicar, la administración resolvió hacer, literalmente, un reality show en la televisión, donde el presidente, diariamente, hablaba con sus ministros e invitados, olvidándose del actor principal, el ciudadano; razón por la cual, el programa, en un momento de granincertidumbre, fue un error en materia de comunicación.

Comunicar la obra y gestión de gobierno es de las cosas más difíciles que existe en la comunicación política, más aún, en tiemposdonde los ciudadanos cada vez confían menos en las instituciones del Estado, por lo cual esesencial en la comunicación gubernamental el orden y la disciplina. Durante el gobierno del presiente Duque, cada ministro y cada titular de entes gubernamentales han tenido su propia “campaña”, con lo cual, no hay unificación del mensaje.

Comunicar no es hacer publicidad. Este es otro concepto que no tienen claro en la administración. Invierten fortunas en publicidad, pero, al no estar soportada en hechos tangibles y comprobables para el ciudadano, sencillamente éste la ve comopublicidad que no le trasmite nada, que no conecta con él, y, probablemente, no le cree.

Adicionalmente, la credibilidad se construye ladrillo a ladrillo, con hechos que los ciudadanos puedan comprobar, y eso toma tiempo. Mientras que, el descredito acontece fácilmente, con casi cualquiera cosa; de hecho, un solo error, una mentira, un abuso de poder, un desprecio o burla al ciudadano, es suficiente para construir una muralla solida de desaprobación para el gobernante. Lamentablemente, el presidente Duque y varios de los principales personajes del gobierno, han levantado a pulso esa muralla, con el agravante de que, posiblemente, no tienen conocimiento de que lo hayan hecho.

Vivir en la burbuja de su propia realidad paralela, es otro grave error en algunas administraciones públicas. Cuando esta situación se presenta, el gobernante se desconecta de la realidad, del sentir y vivir del ciudadano, razón por la cual, cualquier intento de comunicar, puede volverse en su contra,postura a la que no ha escapado el gobierno colombiano.

La lista de posibles causas es más amplia, pero por razones de espacio, será tema para otra oportunidad, por lo pronto dejaremos una reflexión final.

Un gobernante debe establecer un equilibrio entre la ejecución y la comunicación, cuidando en no caer en vacíos -de ejecución y/o comunicación- y, sobre todo, en jamás mentir o incumplir las promesas, o lo que es peor, equivocarse y corregir sobre la marcha sin un mea culpa por el error; pues el ciudadano merece respeto.

Ese equilibrio es fundamental para, por un lado, lograr buenos niveles de aprobación, pero, más importante aún, para la construcción del legado deseado.

Imagen: https://www.elespanol.com/

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En tiempos convulsos, la estrategia es vital

Por: @OrlandoGoncal

La capacidad de pensar estratégicamente, enfocándose en lo importante y trascendentees fundamental en los tiempos convulsos de hoy día, sin embargo, la velocidad de los acontecimientos y la inmediatez y superficialidad con que se maneja lainformación hacen que, en ocasiones, lo estratégico sea opacado por lo urgente.

Hoy existen sofisticadas herramientas que facilitan desarrollar la capacidad de pensar estratégicamente en imágenes para el futuro, lo cual, por cierto, no es un ejercicio de clarividencia, es el usar esa capacidad a través de un enfoque sistémico que permita visualizar y planificar escenarios, llevando a prever eventualidades, descubrir nuevas oportunidades, detectar posibles amenazas, pero, fundamentalmente, nos permita buscar opciones que a primera vista no estaban presentes.

Por lo tanto, es importante aprovechar esepensamiento estratégico para establecer un objetivo hipotético, imaginar y luego diseñar posibles alternativas que irán a contribuir a la consecución del objetivo principal, razón por la cual la visión estratégica debe ser flexible y objetiva a la vez, que permita trasladarsefácilmente al futuro, hacer planes e identificarlos puntos clave, y para ello la herramienta más importante del pensamiento estratégico es el análisis y la observación.

Con ese marco de referencia vale la pena preguntarse: ¿están los líderes de hoy haciendo ese proceso?, ¿bajo qué parámetros están tomando decisiones? ¿teniendo hoy día más instrumentos de medición, más acceso inmediato a información de buena calidad, los están introduciendo en sus procesos de análisis para la toma de decisiones?

Todas esas interrogantes saltan cuando se observa el actuar y las decisiones que toman los líderes no solo en campañas, también es válido para cuando están en funciones de gobierno, sus decisiones en ocasiones están enfocadas a satisfacer los deseos, anhelos o intereses de ciertos grupos de poder -económico, político, mediático, etc.-, en vez de enfocarse en los ciudadanos, quienes les han dado el mandato de gobernar para todos.

En las campañas electorales es frecuente observar el desenfoque de los candidatos, estableciendo agendas que evidencian prioridades que responden a intereses grupales en vez de centrarse en los ciudadanos; o, peor aún, en ocasiones priorizan su proceso de comunicación a la discusión política, al ataque al adversario, a destacar lo negativo del otro candidato y se olvidan de establecer un dialogo con el elector, quienes al final de cuentas serán los quetengan el poder del voto en sus manos y tomarán la decisión de a quién le votarán.

Ahora bien, en estos tiempos de incertidumbre, pensar estratégicamente tiene mucho que ver con enfocarse en los elementos claves que ayuden a desarrollar esa capacidad del dialogo con el ciudadano, pues en buena medida, de ello va a depender que se pueda obtener una estrategia exitosa, siendo este un plan de acción diseñado para alcanzar una meta particular, bien sea en el ejercicio del poder o en la consecución del mismo.

Jaime Duran Barba y Santiago Nieto en el libro El arte de ganar, desarrollan un concepto de estrategia que, evidentemente está enfocado a las campañas electorales, pero es perfectamente extrapolable para el ejercicio del gobierno. Los autores nos dicen: “La estrategia integra todas las acciones dentro de un conjunto coherente, hace que los elementos se refuercen unos a otros, calcula las consecuencias de cada acción en el conjunto de los electores, en los targets específicos, en los votantes de los otros candidatos y en otros actores que influyen en el resultado final”.

Si se presta atención a este concepto, queda claro que el mismo parte del ejercicio del pensamiento estratégico, pues cuando nos dicen “La estrategia integra todas las acciones dentro de un conjunto coherente, hace que los elementos se refuercen unos a otros…” señalan la necesidad de que la estrategia además debe ser un conjunto coherente, y aquí es donde en ocasiones los líderes confunden “ocurrencias” producto del fragor de la inmediatez, con lo cual esas decisiones terminan siendo una reacción hepática a la circunstancia, no una acción coherente dentro de la estrategia, razón por la cual en la mayoría de esos casos, no cumple con otro precepto que los autores nos sugieren y es el hecho de que los elementos se refuercen unos a otros, lo que implica que la estrategia se va solidificando a medida que se desarrolla.

Finalmente, al analizar, por un lado, las acciones de gobiernos de la región durante el proceso de la pandemia y pos-pandemia, y, en paralelo, las acciones de muchas campañas electorales, es claro que el pensamiento estratégico, bien está ausente o bien es tan fuerte el egocentrismo, que se auto limitan la capacidad de pensar estratégicamente, y resulta que, la realidad nos muestra que, en tiempos convulsos, la estrategia es vital.

Imagen: https://www.sladeinternacional.org/

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