Por: @OrlandoGoncal
El mes de la navidad, donde en buena parte del planeta
afloran los sentimientos de amor,celebraciones y reencuentros familiares, generalmente llevando a la humanidad a entrar en una realidad casi paralela, donde todo son luces, colores, y alegrías, aunque sea por unos días, pareciendo que la Paz, la fraternidad y la solidaridad renacieran en la mayoría de los hogares.

Sin embargo, este diciembre parece no ser tan idílico; varios hechos empañan el prisma con que se viven la época decembrina, conmocionado al mundo, sin embargo, el mundo sigue girando y posiblemente otros hechos vengan a perturbar las tradicionales fiestas familiares.  

Por ejemplo, en la Alemania organizada, formal, predecible y respetuosa del imperio de la ley, donde todo funciona, sorprende al mundo con el acontecimiento de detención de25 miembros de un grupo de extrema derecha, nada más ni nada menos que, por sospechosos de planificar un golpe de Estado.

En gigantesco operativo donde participaron más de 3.000 policías realizando una operación simultánea en 11 Estados Federados, de los 16 que componen el país y que, según las autoridades, este grupo pretendían asaltar el Parlamento alemán, para dar un golpe de Estado.

Pasando a otro continente, en New York, un jurado declaró a empresas de la Organización Trump culpables de múltiples cargos de fraude fiscal y falsificación de registros comerciales. De acuerdo con la información proporcionada a los medios, las empresas del señor Trump establecieron como practica usual un esquema por 15 años para defraudar a las autoridades fiscales al no reportar ni pagar impuestos sobre la compensación de los altos ejecutivos.

El veredicto de culpabilidad se produce mientras el señor Trump enfrenta varias investigaciones de fiscales federales y estatales por su manejo de documentos clasificados, así como por sus acciones en el intento de anular los resultados de las elecciones de 2020, y adicionalmente, la comisión que investiga el asalto al congreso recomienda a la fiscalía que presente cargos criminales contra el expresidente por esos hechos.

Volviendo al viejo continente, el sacro santo parlamento europeo se vio en la necesidad de despojar de sus funciones como vicepresidenta de ese organismo a la eurodiputada griega Eva Kaili, quien fue detenida en Bruselas por sospechas de corrupción vinculadas a Qatar.

La señora Kaili es una de las cinco personas arrestadas en el marco de un posible caso de corrupción, organización criminal y blanqueo de capitales en la Eurocámara, ligado a Qatar, sí, allá donde se celebra el mundial de futbol, lo cual viene a ponerle una tarjeta amarilla más a este mundial, sumadas a todas las otras que por años ha surgido sobre esa nación y su régimen.

En paralelo la Comisión Europea dictamina que Rusia no podrá exportar a Europa petróleo transportado por mar en virtud del embargo acordado por los 27 Estados miembros como sanción por la invasión del Kremlin contra Ucrania. Este embargo afectará el 90% de importaciones europeas de petróleo ruso, y adicionalmente, desde de febrero próximo afectará también las importaciones de derivados del crudo. Al veto a las importaciones se suma también el acuerdo de los países de la Unión Europea de fijar un tope al precio del petróleo ruso de 60 dólares por barril, con lo cual asientan un duro golpe a la economía rusa.

Como si fuera poco, en la región latinoamericana el presidente del Perú, Pedro Castillo, ante su posible destitución por parte del Congreso, resuelve dar un autogolpe de Estado, anunciando en cadena de televisión y radio su decisión de disolver el Congreso de la República, intervenir el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional, además de convocar a la elección de un nuevo Congreso con facultades constituyentes.

Afortunadamente, la sensatez y el orden constitucional se impusieron, sin embargo, comienzan a presentarse disturbios y protestas, puesto que una parte de la población considera que hay que restituir al señor Castillo en la presidencia. La crisis del Perú persiste por años consecuencia de un sistema corroído que no termina de implosionar.

Lo cierto es que nada está oculto en este mundo moderno y agitado, y más temprano que tarde todo sale a la luz –conspiraciones en el viejo mundo que pretendía instalar un nuevo régimen, delitos, fraudes y hechos de corrupción de grandes personajes que se consideraban intocables, intentos de golpe de Estado– y las preguntas que surgen son: ¿Serán síntomas de un cambio de Era?, ¿Será en esta convulsionada Era el cambio para que la humanidad sea más justa, equitativa y solidaria?

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