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Por: Biól. Uriel Agustin Pineda Soto

Mucho se ha publicitado el programa insignia del alcalde en turno de municipio de Celaya, Gto Javier Mendoza y el programa llamado “Celaya Bonita” y se entendería cual es la finalidad que se persigue, obviamente, dar una impresión de ciudad con cierto grado de estética agradable o aceptada socialmente hablando.

​Son muchos los problemas que nos aquejan en el municipio y la administración pública no es fácil de ejecutar, sin embargo, para el programa que tanto se ha invertido como lo que sería trascendental para ésta administración, no se entiende que los funcionarios encargados de aterrizar las ideas propuestas del alcalde en verdad tengan esa experiencia obtenida a prueba de fuego, mucho menos decir que tienen el conocimiento para ello; la Dirección de Servicios Públicos Municipales que la encabeza una persona que dice ser paisajista / urbanista es la responsable directa de áreas tan sensibles a la demanda ciudadana como lo es: Parques y Jardines, Alumbrado Público, Recolección de Basura, Rastros y Panteones municipales, pues bien, son áreas que de forma inmediata le dan la imagen a una ciudad que tanto requiere para transmitir un ambiente de tranquilidad o prosperidad a la población.

​Resulta que desde hace un año se ha destinado millones de pesos para llevar a cabo dichas actividades de embellecimiento de la ciudad como son parques, jardines, camellones, banquetas entre otros, sin embargo, el dinero que se gasta en hacer las plantaciones está destinado a perderse y nada podrá lucir al cabo de unas semanas, si, fíjese bien. Hay camellones como el de avenida Irrigación en donde se colocaron plantas de diferentes tipos como: Agapandos, Lirios Persas, Duranta, Fornio, Plumbago, por mencionar algunas, pero no se observa una preparación del terreno previamente, tampoco el sistema de riego óptimo para dar mantenimiento, al momento lo que hacen es “ahogar” las raíces con el agua que de golpe reciben proveniente de una manguera conectada a una motobomba y cae directamente, por lo que, además de la erosión que origina, también es una cantidad de agua suficiente para terminar ahogándolas. También son colocadas en terrenos que no eliminaron la basura, las rocas, y el sustrato es desfavorable ya que tampoco hacen el análisis de nutrientes del suelo previo a la plantación; hacen cortes llamadas “podas” que liberan peso de los árboles, pero les dejan heridas a los troncos por el mal procedimiento.

​El paisajismo se entiende que es todas las actividades que, utilizando recursos naturales como elementos ayudan para modificar las características visibles, físicas y ANÍMICAS – es decir, generan un cambio en el estado de ánimo de las personas por el solo hecho de la contemplación – Ojo.  ¿Dígame Usted alcalde si con el solo hecho de ver esas áreas le estimulan la mente y el buen ánimo?

​Con respecto al jardín Alameda recientemente lo sometieron a una poda de árboles de manera drástica, ya que superan un 30% del volumen de la copa de los mismos que tenían que intervenir, más aún, les dieron forma en su entender estético de copas “circulares o cuadradas”; es algo que se evita en los árboles de porte alto ya que si la intención es hacer setos pues existen otros ejemplares que cumplen con esa función, a los árboles hay que dejarlos que se expresen por igual cuidándolos y guiándolos, pero no dándoles formas caprichosas al gusto del que está en turno.Aquí me gustaría señalar que hay ejemplares de Olivos en esos mismos prados y que son seres vivos que pueden superar los 2,500 años. Hay que cuidarlos con más razón.

​Los camellones del boulevard López Mateos en donde hace un año se colocaron árboles de diferentes alturas, entre ellos uno comúnmente llamado “sangre libanesa” son muy agradables, vaya pues, de buen gusto siempre y cuándo estén en un jardín bien atendido, pero es fecha antes de un año cumplido que ya les dieron poda por que se dieron cuenta que invaden carriles centrales o tendido eléctrico, una vez más la planeación salió a relucir y fue ejecutada al contentillo detrás de un escritorio.

​No se trata de colocar plantas por el hecho de haberlas comprado y ahora hay que sacarlas; implica una estrategia de selección de sitio a trabajar, así como de los ejemplares a colocar, mejorar el suelo, asegurar el riego óptimo para los próximos 2 años si es que se desea tener éxito en una plantación, cuidar de la salud vegetal. Nunca observaron aquellos árboles que sirven de sitios de percha y anidación para las aves y que debido a sus excrementos por debajo de ellos no se desarrollará una jardinera.

​Si tomamos el tiempo para observar la glorieta de los fundadores o glorieta de la Virgen así identificada, es un área que tiene una fuga de dinero en cada trimestre por colocar plantas y no dar el mantenimiento adecuado. Dar una vuelta en la avenida México Japón en su tramo desde la glorieta mencionada hasta la salida norte de la ciudad vaya que es depresivo. Otra vez plantas mal seleccionadas, mantenimiento nulo, escueto y para lucir la falta de seriedad en la planeación hasta árboles de Juniperus colocaron. No son propios de este clima y tipo de suelo pero una vez más hay que hacerlo y gastar en las ocurrencias.

Avenida el Sauz, sin palabras. Colocando árboles de manera aferrada debajo de tendido eléctrico para que al cabo de unos años los tengan que eliminar.

​Todo lo anterior solamente es una mínima parte de lo mucho que puede pulirse a través de una dependencia que es los servicios municipales, son los encargados de darle la cara bonita a la ciudad. Pero no lo han entendido.

​Para no causarme una indigestión me guardaré los temas referentes a los servicios de recolección de basura, alumbrado público, PANTEONES y el rastro municipal.  Aquí estaría la clave para un Celaya Bonita. Pero no se logra dimensionar la responsabilidad de ello. Aún están a tiempo de corregir si es que existe la voluntad para ello.

Por: @OrlandoGoncal

Durante la campaña electoral se hacen ofertas orientas a captar votos, luego estas deben materializarse en el ejercicio del poder. Adicionalmente la nueva administración tendrá que enfrentarse, por un lado, a los nuevos niveles de expectativa –que en alguna medida ellos mismo ayudaron a generar– y, por otra parte, a la curva de aprendizaje y reacomodación por la que tendrán que atravesar.

Es así como muchos gobernantes inician su labor con los bríos que les da justamente el arranque de la gestión; sin embargo, dejan fuera de la ecuación elementos que no prevén,pero que, casi siempre, surgen en el camino, convirtiéndose en esas piedras que van domando esos bríos y bajando la intensidad del arranque de la gestión.

Ahora bien, según la Real Academia Española, gradualidad, significa “que está por grados o va de grado en grado” y cualquier acción que desee hacer un gobernante inexorablemente pasará por allí. El simple hecho de lanzar una idea, o, inclusive, firmar el ejecútese de unanueva ley, no hará que de la noche a la mañana todo cambie.

Lo anterior es claro en una democracia, puesto que, hay que debatir y socializar, y eso toma tiempo. El debate siempre enfrentará distintas visiones, pero si el enfoque se hace sobre lo positivo, sobre lo que las distintas partes están de acuerdo, la socialización avanza y es más fácil entonces buscar alternativas y puntos intermedios para las aristas sobre las que hubo desacuerdos.

En el caso del presidente Gustavo Petro de Colombia, no hay duda que quizás, tanto él como varios de sus ministros, pareciera que no han tomado en consideración el factor de la gradualidad, y eso puede socavarle el piso de gobernabilidad que logró construir con las alianzas con algunos partidos, inclusive con aquellos que le llagaron a ser contradictores en el pasado.

El presidente Petro, propuso una reforma fiscal, la cual después de sufrir varias modificaciones fue aprobada de manera rápida; pero, ahora plantean reformas al sistema de salud, pensiones, laboral, energético, a la justicia, y todas con elementos que seguramente generarán polémica y debate por los intereses económicos y políticos que llegarán a tocar.

Nuevamente, hay que regresar a la gradualidad, al debate y la socialización si se quiere avanzar en las reformas, pero pareceque, tanto el presidente Petro como algunos de sus ministros, no logran entender los beneficios de la gradualidad.

Sumado a lo anterior, se tienen las contradicciones que se suscitan entre ministros y altos funcionarios, pero, más grave aún, estas contrariedades se están dando públicamente, generando efectos negativospara la administración en los niveles de confianza de la población.

Cromosómicamente el ser humano se opone a los cambios. Es más sencillo seguir haciendo las cosas como siempre se han hechos, pues los cambios implican, quizás, entrar en algo desconocido, y eso al cerebro humano no le gusta, y si además, quienes proponen loscambios expresan públicamente sus diferencias, eso no contribuye a generar confianza en el ciudadano.

No hay duda de que muchas de las propuestas de reformas hasta ahora tienen buenas intenciones, están orientadas a combatir la desigualdad social, pero, no basta con tener claro el “qué” se quiere hacer, deben ir más allá, y tener claridad en el “cómo” van a implementar esas reformas, y hasta ahora, pareciera que hay un vacío; o bien los funcionarios no tienen claro el camino, o no han sido capaces de comunicar correctamente.

Dice un adagio popular “las buenas intenciones no preñan” y por muy buenas intenciones que tengan las reformas propuestas, si no hay claridad en el “cómo” implementarlas, si no se entiende el concepto de la gradualidad, que los cambios requieren tiempo, que la socialización de las ideas es fundamental para que la ciudadanía vaya interiorizando las bondades del cambio, entonces esta administración posiblemente se enfrente a la perdida de la confianza de un segmento importante de los ciudadanos, lo cual incidirá de manera directa en la gobernabilidad del país, y más aun, en el avance y profundidad de los cambios propuestos.

Es claro que el presidente Petro logró un avance con la reforma fiscal que le proporcionará los recursos para financiar los programas sociales, pero, quedarse en esos apoyos y no avanzar en las reformas estructurales que requiere el país seríadesperdiciar la oportunidad para poner a Colombia a la vanguardia en calidad de vida en la región Latinoamericana. Claro, avanzar es una parte y el tiempo dirá si las reformas generaron los cambios pretendidos.

Imagen: https://www.ecologiaverde.com/